El milagro de «la multiplicación del euro»

La pasada semana los ministros españoles de Economía e Industria realizaron un viaje relámpago a Berlín, para firmar con el Gobierno alemán la concesión de un préstamo ‘blando’ de 800 millones de euros, a 10 años, con un interés anual de euríbor más 0,37 puntos, destinado a facilitar liquidez a las pequeñas y medianas empresas españolas. El Instituto de Crédito Oficial español (ICO) lo gestionará cuando se reciba.


Son muchos millones de euros, pero al ministro de Economía español le pareció poco, y decidió multiplicarlos por tres. La explicación de este recientísimo milagro de «la multiplicación del euro» es muy sencilla: el préstamo alemán de 800 millones de euros es a 10 años, mientras que los préstamos que concederá el ICO a las pymes españolas tendrán una duración media de tres años, por lo que el ICO podrá prestar 3 veces a 3 años los 800 millones de euros de los alemanes, que así se transformarán en 2.400 millones de euros a efectos crediticios.

Y digo yo, ¿por qué no en 8.000 millones de euros, si el ICO presta 10 veces los 800 millones en 10 préstamos anuales?, ¿o en 16.000 millones de euros si los presta 20 veces en 20 préstamos semestrales?

Desde abril viene anunciándose este asunto. Estamos en julio y el dinero aún no ha llegado. Fuentes autorizadas del Gobierno aseguran que el ICO lo recibirá a finales de 2013. Mientras tanto, los españoles nos alegramos a cuenta de ese préstamo alemán de 800 millones de euros, que gracias al ingenio español puede transformarse en 2.400, en 8.000 o incluso en más miles de millones de euros en créditos.

Hablando en serio, ¡bienvenido sea ese préstamo! Ojalá el ICO lo reciba pronto y, respetando la condición del bajo interés impuesta por el Gobierno alemán, lo destine directamente a financiar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas españolas, sin la intermediación de otros bancos y entidades financieras que si llegan a intervenir encarecerán esos préstamos y tendrán la tentación de aplicarlos a disminuir riesgos de anteriores operaciones crediticias propias.

De las pymes depende actualmente más del 85% de los puestos de trabajo del sector privado, y necesitan urgentemente liquidez para seguir funcionando.