Con este llamativo slogan, el Banco Santander ha presentado la segunda fase de su Plan Activación, coincidiendo con el final del proceso legal de absorción de Banesto.
Las fachadas de las sucursales del
Banco Santander y Banesto en Torrent se han visto inundadas por grandes carteles rojos, en los que el banco anuncia, nada más y nada menos, que
10.000 millones de euros para financiar a las empresas. Vi por primera vez esos vinilos cuando estaban siendo colocados en la fachada de la oficina de Banesto en la plaza Obispo Benlloch. Andaba por la acera junto al banco y no pude leerlos. Al día siguiente, por la mañana, me impactaron: ¡no eran 100 ni 1.000 millones de euros, sino 10.000! No había duda, era un uno y cuatro grandes ceros.
Mi primera reacción fue de sorpresa ante tan cuantioso ofrecimiento, pero recordé que desde 2012 el banco venía diciéndonos:
«Queremos ser tu banco»,
«Tu banco de confianza»,
«El banco que da ‘valor’ a tus ideas»… Entonces pensé,
¡caramba!, puede que esto vaya en serio. Si el Gobierno alemán está estudiando poner a disposición de las pymes españolas, a través del Instituto de Crédito Oficial, préstamos por valor de entre 1.000 y 1.200 millones de euros, ¿por qué el Banco de Santander –actualmente, el primer banco de España- no puede ofrecer casi 10 veces más? ¡Para eso es un banco español! Y donde haya un español… ¡ya se sabe!
Esta última semana esperaba ver largas colas de emprendedores y pequeños y medianos empresarios a las puertas de Banesto y el Banco Santander. Pero no las ha habido. ¿Por qué?
Se me ocurren algunos motivos: la
falta de confianza de la mayoría de los españoles en los bancos, derivada de las ejecuciones hipotecarias sobre la vivienda;
la comercialización de deuda subordinada, de participaciones preferentes y de otros
productos tóxicos; las
cláusulas abusivas en los contratos bancarios…
Las condiciones anunciadas de esos préstamos a emprendedores: euríbor a 6 meses (en mayo de 2013 era del 0,313%); más diferencial, que va del 0,60% al 3,25%; más margen máximo para el cliente, que va del 2,30% al 4,30%.
En cualquier caso, aunque las páginas web oficiales del Banco Santander y el Instituto de Crédito Oficial
ofrecen información sobre esos préstamos, nada cuesta acudir a cualquier oficina de este banco o de Banesto para pedir las condiciones detalladas al proyecto concreto de cada uno. Así podremos saber
dónde termina la publicidad y comienza la realidad. La simpatía y amabilidad de los trabajadores de la sucursal de Banesto en la plaza Obispo Benlloch amortiguará los efectos de una eventual decepción.